Antes de comentar brevemente este libro, pido perdón a todos por tener un poco desactualizado el blog. Últimamente dispongo de muy poco tiempo para el esparcimiento (y por desgracia, no es por que tenga vacaciones). Por eso mi ritmo de lectura ha bajado considerablemente, y también es la razón de que os ponga esta minireseña con tanto retraso, pues ya salió publicada hace bastante en LibrosyLiteratura.
Como últimamente habréis observado, me estoy aficionando bastante a la novela negra. Tras gozar con Stieg Larsson, decidí conocer otro de los autores venidos del norte, y Arnaldur Indridason era de los que mejores críticas conseguía.
La trama es sencilla. El portero de un hotel de la capital islandesa es encontrado muerto en el cuchitril donde vivía y el detective Erlendur decide hospedarse en el propio hotel, para encontrar el asesino. Como no podía ser de otra forma, Erlendur Sveinsson es el típico detective, huraño y con una vida familiar bastante desestructurada.
Me ha encantado la forma que tiene este autor islandés de plantear el caso. El libro entero transcurre en el hotel, y el ritmo de la novela es pausado, con poca acción, pero intrigando al lector poco a poco. Algunos giros son previsibles, y otros inesperados, pero la tensión se mantiene casi hasta las últimas páginas, donde el autor nos desvela la identidad del asesino. Y como telón de fondo, dos historias unidas por un punto en común, los traumas infantiles, que tuvieron tanto el protagonista, Erlendur, como el asesinado, Gudlaugur.
Quizá si se compara con Millenium, pierda mucho en cuanto a espectacular, pero es una novela seria, y muy bien construída.
Sin duda leeré más de este autor, que está calando en España, y poco a poco van traduciendo todos sus libros.
Valoración: 8/10
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